Ir al contenido principal

Viajes de cine: La Dolce Vita en Roma


Tal vez sin saberlo, Federico Fellini rodó en el año 1960 el mejor spot publicitario con el que la ciudad de Roma podía soñar, una legendaria película romántica que todos hemos visto alguna vez: La Dolce Vita.

Esta famoso film cuenta la historia de un reportero de informaciones de sociedad que persigue a una actriz americana en busca de noticias. Y claro, a fuerza de encontrarse en todas partes surge el romance... Quien quiera saber qué sucede deberá ver la película.

La escena de la fuente

¿Quién no se ha acordado, aunque sólo durante un breve instante, de este film al visitar la Fontana di Trevi? Seguro que a más de uno le han dado ganas de imitar a los protagonistas, la bella Anita Ekberg y el gran Marcello Mastroianni, y darse un baño en la fuente más famosa del mundo.


Pero no, no es una buena idea, pues las multas son muy severas. Mejor conformarse con cumplir con el ritual de lanzar la moneda mientras se pide un deseo. 

En cualquier caso, la Fontana di Trevi no es el único escenario mágico que aparece en la película. La cinta de Fellini es también un fabuloso recorrido turístico por la ciudad eterna que nos lleva a otros lugares emblemáticos como la Plaza de San Pedro en el Vaticano, las Termas de Caracalla y algunos de los más famosos cafés de Roma. 

Y es que La Dolce Vita es ya parte de la historia de Roma y un destacado icono de la capital italiana, sobre todo para los amantes del cine. Si estás planeando tu viaje a Roma, no debes dejar de verla. Y si no planeas nada, tal vez te entren ganas de conocer esta maravillosa y romántica ciudad después de verla.

Eso sí, cuando vayas a reservar tu viaje a Roma son nosotros no olvides usar el cçodigo promocional TRAVEL para obtener tu descuento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las estrellas de mar gigantes de Isla Saona

Quienes hayan tenido la suerte de haber  disfrutado de un viaje a la República Dominicana , sabrán que en algunos rincones del país se encuentran las aguas más cristalinas del Caribe . Uno de estos paraísos es Isla Saona . Y es que hacen falta aguas limpias y transparentes para que criaturas marinas como las estrellas de mar puedan crecer. Los afortunados viajeros que pasan sus vacaciones en alguno de los magníficos resorts de La Romana y Punta Cana , tienen la oportunidad de hacer una excursión hasta la isla para admirarlas e incluso tenerlas en sus manos como un tesoro que les regala la naturaleza.   Isla Saona cautiva a todos el mundo por sus espectaculares playas, todas ellas vírgenes, donde la arena es siempre blanca y muy fina: precisamente eso es lo que más les gusta a las estrellas de mar, convertidas ya en el gran icono y reclamo turístico de la isla.  Después de un baño en la playa y un rato jugando con las estrellas, merece la pena explorar el interio

Así se viaja en el crucero del sexo

Lo llaman "el crucero del sexo" , aunque su nombre real es Desire Cruise y para ser exactos, es un crucero de swingers , es decir, pensado para parejas sexualmente liberales. En cualquier caso, esta peculiar aventura por mar navegará por el Mediterráneo Occidental , recalando en puertos como Montecarlo, Portofino, Saint-Tropez, Palma de Mallorca o Ibiza. La promoción publicitaria del Desire Cruise no deja lugar a dudas: promete un "provocativo programa de entretenimiento" durante la travesía y aclara que llevar ropa es opcional. Ellos ponen el escenario y las facilidades, los posibles intercambios sexuales corren por cuenta de los pasajeros. Y la verdad es que puede dar mucho juego ya que el buque tiene capacidad para alojar a 300 parejas. En principio, las comodidades y servicios a bordo del Desire Cruise son los mismos que los que ofrece cualquier otro crucero, aunque con algunos "extras" como el cuarto de juegos y un jacuzzi privado lounge.

El paraíso de la Playa de Es Trenc, en Mallorca

El paraíso de la Playa de Es Trenc, en Mallorca Ningún viaje a Mallorca está completo sin una visita a la Playa de Es Trenc , en el sur de la isla, considerada como una de las más bonitas y espectaculares del Mediterráneo. No solo se trata de una de la última gran playa virgen de las islas , sino también un edén de aguas limpias y arenas blancas. Es Trenc, un verdadero paraíso que nada tiene que envidiar a las famosas playas del Caribe, pudo salvarse de la urbanización salvaje de las costas insulares en las décadas de los 60 y 70. Todo gracias a su aislamiento. Aun hoy resulta complicado llegar a ella: no hay  hoteles cerca, así que hay que tomar una carretera llena de baches hasta Ses Covetes y allí dejar el coche para seguir a pie unos diez minutos.